La enfermedad de Crohn es una patología inflamatoria crónica que afecta principalmente al sistema digestivo, pero su impacto va mucho más allá del intestino. Para muchas personas, especialmente en edad fértil, una de las dudas más frecuentes es si esta enfermedad puede dificultar la capacidad de ser madre o padre.
La enfermedad de Crohn es un trastorno inflamatorio crónico del sistema digestivo que puede afectar desde la boca hasta el intestino grueso, aunque es más frecuente en el intestino delgado y el colon. Se caracteriza por brotes de inflamación activa que pueden producir dolor abdominal, diarreas, pérdida de peso, anemia y malabsorción de nutrientes. Es una enfermedad que evoluciona en fases: periodos de remisión, en los que los síntomas disminuyen, y periodos de actividad, donde la inflamación vuelve a intensificarse.
Además, puede influir en la capacidad reproductiva cuando la enfermedad está activa o cuando se han realizado determinados tratamientos o cirugías. Su impacto se debe a varios factores:
Inflamación sistémica.
Desnutrición y déficit de nutrientes.
Dolor, fatiga y estrés crónico.
Tratamientos específicos.
Cirugías abdominales previas.
La enfermedad de Crohn no siempre afecta a la fertilidad, pero ciertos factores pueden dificultar el embarazo, sobre todo cuando la enfermedad no está controlada. Mantener una buena estabilidad clínica es clave para que la función reproductiva se mantenga en condiciones óptimas.
Alteraciones del ciclo y la ovulación: Los brotes activos, la pérdida de peso, la inflamación sistémica y los déficits nutricionales pueden provocar ciclos menstruales irregulares, anovulación o incluso amenorrea. Esto ocurre porque el organismo prioriza funciones vitales frente a la reproducción cuando está sometido a estrés inflamatorio. Aun así, la ovulación suele normalizarse cuando la enfermedad entra en remisión y se recupera el estado nutricional.
Cirugías o inflamación pélvica: Algunas pacientes han pasado por cirugías abdominales (como resecciones intestinales) que pueden generar adherencias en la zona pélvica. Estas adherencias pueden afectar la movilidad de las trompas de Falopio u ovarios, dificultando el encuentro entre el óvulo y el espermatozoide. La inflamación crónica también puede alterar el entorno pélvico y comprometer la fecundación natural.
Medicación y tratamientos: La mayoría de los tratamientos actuales son compatibles con la búsqueda de embarazo, pero algunos pueden afectar temporalmente la ovulación, el equilibrio hormonal o la calidad del endometrio. Por ello es importante coordinarse con el especialista en digestivo y un equipo de fertilidad para valorar el mejor momento para intentarlo.
Impacto indirecto: La enfermedad de Crohn también puede influir en aspectos que no son estrictamente médicos, pero sí relevantes para la fertilidad: dolor abdominal, fatiga prolongada, alteraciones del estado de ánimo o ansiedad. Estos factores pueden reducir el deseo sexual y, en consecuencia, la frecuencia de relaciones, disminuyendo las probabilidades de embarazo.
En los hombres, la enfermedad de Crohn puede influir en la fertilidad, sobre todo cuando la inflamación está activa o se han recibido ciertos tratamientos.
Calidad seminal reducida: La inflamación sistémica, los déficits nutricionales y los brotes pueden afectar a la espermatogénesis. Esto puede traducirse en semen con menor concentración de espermatozoides, menor movilidad o alteraciones en la morfología. Estos cambios suelen ser reversibles cuando la enfermedad vuelve a la remisión.
Medicación y tratamientos: Algunos tratamientos utilizados para controlar la enfermedad de Crohn pueden disminuir temporalmente la producción de espermatozoides. Por este motivo, es recomendable realizar un seminograma antes de iniciar la búsqueda de embarazo o un tratamiento de reproducción asistida, especialmente si se han utilizado fármacos inmunomoduladores.
Cirugías abdominales o pélvicas: Determinadas intervenciones, como cirugías en la zona perianal o abdominal baja, pueden modificar la anatomía o generar adherencias que afecten a la función reproductiva o al proceso de eyaculación.
Factores indirectos: El dolor, la fatiga o la disminución de la libido (frecuentes cuando la enfermedad está activa) pueden reducir la frecuencia de relaciones sexuales. Estos factores no afectan directamente a la calidad del semen, pero sí pueden disminuir las posibilidades de lograr un embarazo de forma natural.
Sí, la mayoría de mujeres con enfermedad de Crohn pueden tener un embarazo seguro y saludable, especialmente cuando la enfermedad está controlada. La clave es buscar el embarazo en fase de remisión, ya que los brotes activos se asocian a más complicaciones y a una menor probabilidad de concepción.
La mayoría de los tratamientos actuales para la enfermedad de Crohn son compatibles con el embarazo y pueden mantenerse para evitar recaídas, siempre bajo supervisión del especialista en digestivo.
Es importante planificar la gestación de forma conjunta entre el equipo de digestivo y un equipo especializado en fertilidad, evaluando:
El estado actual de la enfermedad
Los tratamientos previos
El estado nutricional
Los posibles riesgos individuales
Con una buena planificación y control médico, muchas mujeres con Crohn logran un embarazo sin complicaciones y con muy buenos resultados.
La enfermedad de Crohn no tiene por qué convertirse en un obstáculo para formar una familia. Aunque puede influir en la fertilidad femenina y masculina, la mayoría de estos efectos mejoran cuando la enfermedad está en remisión y existe una buena planificación médica. Con un seguimiento adecuado, coordinación con digestivo y valoración individualizada, muchas personas con Crohn logran embarazos seguros y saludables.
Si tienes enfermedad de Crohn y estás valorando ser madre o padre, podemos orientarte con claridad y acompañarte en cada paso. Solicita tu primera cita gratuita en IMF Easyfiv, nuestras clínicas de fertilidad en Madrid y Barcelona, y resuelve todas tus dudas con nuestro equipo médico especializado.